Odio los polos

Los de vestir. No tengo nada en contra de los helados. Pero la prenda, ay; hay pocas cosas que entienda menos y que me gusten tan poco. No es que me caigan mal los estereotipos de gente que lleva polos, es que simplemente creo que los percibo como una combinación espuria de una camiseta y una camisa. Un error cósmico en forma de atuendo.

Las camisetas son bonitas. Tengo muchas. Las camisas también son bonitas. Tengo muchas también. Pero me molesta muy hondo que alguien pensara que de la combinación de ambas puede salir algo bello. El resultado es algo necesariamente contradictorio.

Casi tanto como estar orgulloso de dimitir de un cargo público por estar presuntamente implicado en una presunta investigación que intenta clarificar un presunto delito de corrupción. O tanto como decir que se tiene la solución a la crisis económica y no hacer nada para solucionarla. Lo mismo que estar equivocado -o no tener ni idea- y gritar que uno tiene la razón.

Pese a todo, defiendo el derecho a rectificar; no considero necesario reiterar una contradicción hasta el paroxismo. Por eso, listillos del mundo, no más tonterías: seamos consecuentes con nuestras faltas y no intentemos quedar por encima de donde estamos. Por eso, gente de la moda, no más polos.

8 Comentarios en Odio los polos

Antonio Lorenzo dijo...

Querido compañero, acabo de tropezarme felizmente con tu blog, tras cruzarme con tu twitter, y te he leído con mucho gusto ... hasta ahora.
Comparto muchas de tus reflexiones, pero la del polo... Joder con la del polo... Con tu ataque furibundo al polo sí que no.

Yo soy muy de esa prenda. Socorrida, discreta, funcional, amigable con otros atavíos, intemporal y ajena a los vaivenes de las modas. Necesariamente tengo que defender el polo, aunque hasta ahora no haya reparado en ello. Y ahora caigo en que mi gusto por los polos debe ser por exclusión.

Los utilizo como atuendo de trabajo. Laboralmente hablando, la camiseta me parece excesivamente informal. En mi entorno abundan las corbatas. Además, camisetas sin reclamos ni publicidad sólo las encuentro en Decartón y en Gap (cuando estoy de viaje). Por su parte, las camisas tienen querencia a la arruga, son latosas de planchar y me resultan menos cómodas. Además conviene colgarlas del armario en lugar de apilarlas.

Qué otra cosa me queda? Pues eso. A mitad de camino de la camiseta y la camisa se encuentran los polos. Y en el término medio dijo el sabio que habita la virtud.
Abrazos

Pablo dijo...

Querido Antonio
No sé si el hecho de que leas mi blog me provoca más ilusión o más miedo, a tenor del calibre de las bronterías que suelto y de la estima que tengo a tu profesionalidad. De cualquier manera, muchísimas gracias, compañero. Es un subidón
Sobre los polos, he de reconocer que ha habido más gente que me ha criticado, pero mi posición es una actitud no negociable. La virtud está en el término medio para los aristotélicos, pero yo es que en esto soy muy platónico :P
No dejes de leer el blog que estoy pensando en meterle publi jajajaja. Gracias y un abrazo

Anónimo dijo...

Ahh, Pablo, ¡te adoro!!Eres la primera persona me podría entender!
Tengo el mismo odio por los polos, sobre todo por los de ahora, tipo Lacoste! No entiendo cómo es posible que todo el mundo se ponga esta fealdad y les parezca moderno y cómodo! ¿Y por qué los empleados de todas las empresas de cara al púbico están ya obligados a llevarlo cómo uniforme? Y como ésto es poco, a otros les parece una prenda formal...Qué disparate!!! Será un complot eso de inundar el mundo de polos? Y a los fans les quiero decir que todos los jardineros, trabajadores de la contstrucción, fontaneros, etc. los utilizan como ropa de ensuciar y quedar asquerosa y entonces no veo de dónde sacan esto de ser una prenda formal. Pienso en hacer un estudio.. Me parece muy pero muy raro todo esto! Yo no me pongo polo aunque me quede sin trabajo por ello! Saludos cordiales a los NO-Poleros!

Nalle dijo...

Amé tu texto. Yo odio los polos a muerte. No hay nada más feo, desde las telas, el cuellito raro, los botones. Odio cada centímetro de esa prenda. Ojalá alguien tome todas esas prendas y las queme y que no quede rastro de que alguna vez existieron.

Anónimo dijo...

Yo también los odio, y sí, puede que en parte por el esterotipo de Borjamari!!! Necesito que mi novio lo entienda, los voy a QUEMAR TODOS!!!

Unknown dijo...

Hay sii a mí tampoco nunca me han gustado ese tipo de camisasd han gustado más que todo las camisetas y las camisas de vestir ya sea a cuadros o de un solo color

Unknown dijo...

Saludos a todos

Anónimo dijo...

Odio la polo desde pequeño mi madre me hacía usarla y siento que es una de esas camisas que no tienen nada que ver con moda la gente cree que usar una polo te hace ver bien pero el amor de dios siempre que veo una polo me disgusta ver cómo se ven horribles como ancianos con malos atuendos a los únicos que talves le quedan es a los hombres musculosos y solo por ser musculosos

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